LA POLICÍA LOCAL Y GUARDIA CIVIL ALERTAN SOBRE POSIBLES DELITOS CIBERNÉTICOS Y TELEFÓNICOS DEBIDO AL COVID-19

Tal y como advierten las fuerzas de Seguridad del Estado y la Agencia Estatal de Protección de datos, la situación de alerta generada por el COVID-19 constituye el pretexto perfecto para todo tipo de delitos cibernéticos, telefónicos e incluso de puerta a puerta.

Los delincuentes suplantan la identidad de organizaciones oficiales, tales como el Ministerio de Sanidad, la Consejería de Sanidad u otros organismos locales o empresas que ofrecen a los usuarios productos sobre la pandemia a través del correo electrónico, mensajería instantánea, el WhatsApp e incluso a nuestra puerta.

Las fuerzas de seguridad del municipio recomiendan desconfiar de toda comunicación que no sea oficial, contrastada o de personas conocidas.

Recomendaciones  la delegación de Participación Ciudadana de la  Policía Nacional con respecto a la protección y seguridad de las personas mayores y para aquellas personas dedicadas a su asistencia y cuidado, como consecuencia de la alerta sanitaria COVID-19.

Durante este período recuerde:
– NO ABRA la puerta ni deje entrar en su domicilio a personas que manifiesten pertenecer a empresas de suministros del hogar, si usted NO los ha solicitado.
– NO ABRA la puerta a personas que digan ser técnicos, médicos, enfermeros o servicios sanitarios, que acuden a realizarle la prueba del coronavirus o a desinfectar el domicilio.
– NO ABRA la puerta a personas que digan que son distribuidores de mascarillas y guantes que afirmen representar a la Administración.
– NO ABRA la puerta a personas que manifiesten ser repartidores de alimentos de una gran superficie.
– NO ABRA desconfíe de aquellas personas que le ofrecen remedios milagrosos contra el coronavirus.
– NO PROPORCIONE datos personales ni datos bancarios a través del teléfono a desconocidos.

En los casos de ciberdelincuencia recordar que las entidades bancarias NO ESTÁN CAMBIANDO LOS PROTOCOLOS, no debemos dar claves de acceso a ningún correo recibido. No debemos entrar a través de los correos recibidos.

No debemos abrir correos electrónicos que contendrá un archivo adjunto o un enlace de internet que una vez abierto permitan a los ciberdelincuentes hacerse con el control del dispositivo electrónico (móvil, ordenador, tablet, etc.) del usuario y apropiarse de su información y datos personales, así como robar sus credenciales de acceso a plataformas bancarias.

Ante este tipo de ataques es necesario adoptar una serie de medidas preventivas tales como:

  1. Mantenernos informados única y exclusivamente a través de fuentes oficiales que ofrezcan la debida confianza acudiendo directamente a las páginas webs de las instituciones públicas e ignorando los mensajes o correos electrónicos sospechosos.
  2. Verificar los remitentes de los correos electrónicos y ser prudentes con las solicitudes de datos de carácter personal que se reciban.
  3. Usar siempre una conexión segura.
  4. Verificar siempre las direcciones online.
  5. No introducir credenciales en caso de que exista duda sobre la licitud de la web en cuestión.
    Protegerse con el oportuno antivirus.
  6. Sin embargo, desgraciadamente, la adopción de esas u otras medidas de carácter preventivo no garantizan ni mucho menos que no podamos ser víctimas de una ciberestafa.

Por ello, habiendo sido víctimas de un ataque informático de este tipo, no debemos dudar en telefonear a la autoridad competente ( policía) a fin de interponer la correspondiente denuncia y se inicie el procedimiento penal en el que se juzguen los actos ilícitos cometidos por el ciberdelincuente autor del phishing.

También deberemos actuar con la máxima celeridad ante nuestra entidad bancaria, a la que informaremos de los hechos ocurridos a fin de que aquella, a través de los mecanismos internos oportunos, minimice, dentro de lo posible, los daños económicos ocasionados por los ciberdelincuentes.

En definitiva, reaccionar ante los hechos a través de la presentación de la oportuna denuncia telefónica e informando telefónicamente a nuestro banco y hacer todo ello con la máxima celeridad, constituyen los únicos medios que tenemos para intentar minimizar el fraude sufrido.