Madrid, escenario de cine fantástico

 

RED Itiner de la Comunidad de Madrid
Comisario, Víctor Matellano
Sala de Exposiciones Centro de Cultura del 15/03/22  al  29/03/22

Durante décadas el cine fantástico, el que engloba la fantasía, lo imaginario, la ciencia ficción y el terror, fue obviado por el cine español. Lo extraordinario se dejaba a un lado, y si se mostraba algo fantástico, era en clave episódica de parodia.

Ya en 1944 se rueda una película insólita, que aúna casticismo y fantasía, “La torre de los siete jorobados” de Edgar Neville, pero fue la excepción que confirmaba la regla de los géneros tradicionales del cine español. Hasta que, tímidamente, primero “El cebo” de Ladislao Vadja en 1958, después “Gritos en la noche” de Jesús Franco en 1962 o luego “Ella y el miedo” de León Klimovsky en 1962, se sitúan abiertamente en el terreno del fantástico.

Después, en 1968, se estrena “La marca del hombre lobo” de Enrique Eguiluz, película que inicia de forma continuada el fenómeno del fantástico español que hoy conocemos. Un género necesitado de localizaciones y edificios singulares, ya sean bosques tenebrosos u oscuros castillos, que se localizaron por toda la actual Comunidad de Madrid, y muy especialmente en Talamanca de Jarama, San Martín de Valdeiglesias, Pelayos de la Presa, Navacerrada, Lozoya, Torrelodones, o la propia capital.

Así, hasta llegar a la actualidad, con un género vivo, con títulos recientes como “Voces” de Ángel Gómez, rodada en Torrelodones, o el largometraje-antología, “Vampus Horror Tales” de Manuel M. Velasco, Isaac Berrocal, Piter Moreira, Erika Elizalde y Víctor Matellano, rodado en Leganés, Navacerrada, Colmenar Viejo y Madrid.